¿Te cuesta concentrarte últimamente? ¿Olvidas tareas, citas o palabras con frecuencia? ¿Sientes que tu memoria está más lenta, como si estuvieras en una niebla mental? Aunque estos síntomas pueden parecer menores al principio, afectan profundamente a la calidad de vida, el rendimiento y la seguridad en uno mismo.
La buena noticia es que no tienes que resignarte a convivir con estos problemas. Una psicóloga especializada en neurociencias puede ayudarte a entender qué está pasando en tu cerebro y, más importante aún, ofrecerte herramientas reales para mejorar tu funcionamiento cognitivo y emocional.
En este artículo te explico por qué ocurre esto, cómo se puede evaluar profesionalmente, y qué soluciones terapéuticas existen.
Memoria y concentración: ¿Cuándo preocuparse?
Es normal tener olvidos puntuales o despistes, especialmente en épocas de estrés. Pero cuando las dificultades se vuelven persistentes —olvidas lo que ibas a decir, dejas cosas en sitios extraños, te cuesta seguir una conversación o leer un texto largo—, es momento de prestar atención.
Muchas personas no consultan por miedo a exagerar o por no saber a qué profesional acudir. Sin embargo, estos síntomas pueden estar vinculados a múltiples causas:
- Estrés crónico o ansiedad
- Depresión (a menudo afecta la atención y la memoria)
- Falta de sueño o descanso reparador
- Trastornos neurológicos (demencias, traumatismos, ictus, etc.)
- Procesos de duelo o sobrecarga emocional
- Cambios hormonales (como en la menopausia)
- Trastornos del neurodesarrollo (como TDAH en adultos)
¿Cómo ayuda una psicóloga con formación en neurociencias?
La Dra. Lidia Pérez, psicóloga en Barcelona, cuenta con una sólida formación en neurociencias y una amplia experiencia en el abordaje de dificultades cognitivas desde una mirada clínica y humana.
A diferencia de un enfoque exclusivamente psicológico o médico, una especialista en neuropsicología integra el conocimiento del cerebro y sus funciones con técnicas terapéuticas basadas en la evidencia. Esto permite detectar el origen del problema con precisión y adaptar las intervenciones a la causa concreta.
Evaluación neuropsicológica: el primer paso para comprender
Antes de intervenir, es fundamental comprender. La evaluación neuropsicológica permite analizar de manera detallada el funcionamiento cognitivo, emocional y conductual del paciente. Se exploran áreas como:
- Atención sostenida y selectiva
- Memoria inmediata, reciente y de trabajo
- Lenguaje y comprensión verbal
- Velocidad de procesamiento
- Funciones ejecutivas (planificación, flexibilidad, control inhibitorio)
Esta evaluación no solo ayuda a confirmar o descartar la presencia de alteraciones cognitivas, sino también a identificar patrones sutiles que pueden estar interfiriendo en el día a día, incluso cuando las pruebas médicas tradicionales (como un TAC o una resonancia) son normales.
Intervención personalizada: técnicas para entrenar tu mente
Una vez detectadas las áreas a trabajar, se diseña un plan de intervención adaptado a cada caso. En la consulta de la Dra. Lidia Pérez, este proceso es dinámico y combina herramientas de varias disciplinas:
- Terapia cognitivo-conductual (TCC): ayuda a manejar el estrés y la ansiedad que pueden agravar los problemas cognitivos.
- Entrenamiento cognitivo estructurado: ejercicios diseñados para fortalecer la memoria, atención y funciones ejecutivas.
- Terapias contextuales y de aceptación: para mejorar la relación que tienes con tus pensamientos y sensaciones, reduciendo la autocrítica y el bloqueo mental.
- Orientación en hábitos saludables: sueño, alimentación, estimulación mental y equilibrio emocional.
Todo esto se adapta a tu estilo de vida, tus capacidades actuales y tus objetivos personales, con una mirada integral y progresiva.
Cuadro explicativo: Diferencias entre olvido puntual y deterioro cognitivo
Síntomas | Olvido puntual (normal) | Dificultad cognitiva a evaluar |
---|---|---|
Olvidar nombres o citas | De vez en cuando, pero luego lo recuerdas | Frecuente y afecta tu día a día |
Perder objetos | Ocasionalmente | Repetidamente, en lugares inusuales |
Dificultad para concentrarse | Solo en momentos de estrés o fatiga | Incluso en situaciones tranquilas |
Cambios de humor o apatía | Poco frecuentes | Constantes y sin causa clara |
Sensación de “mente nublada” | Transitoria, tras mal dormir o estrés | Persistente y sin explicación clara |
¿Es reversible? ¿Hay solución?
En muchos casos, sí. Cuando se aborda de forma temprana y profesional, las dificultades cognitivas pueden mejorar considerablemente. Incluso en los casos en que no pueden revertirse del todo (como en enfermedades neurodegenerativas), un acompañamiento especializado permite conservar la autonomía el mayor tiempo posible y mejorar la calidad de vida.
La clave está en no esperar. Cuanto antes se realice la evaluación e intervención, mayores serán las posibilidades de mejora.
No estás exagerando: tu bienestar mental importa
Muchas personas minimizan lo que les ocurre. Lo atribuyen a la edad, a la rutina o al cansancio. Pero si algo dentro de ti te dice que algo no va bien, escúchalo. Detectar a tiempo una alteración cognitiva es un acto de responsabilidad contigo y con quienes te rodean.
En la consulta de la Dra. Lidia Pérez encontrarás un espacio de confianza, comprensión y rigor clínico. Un lugar donde explorar lo que te pasa sin juicios, con apoyo real y con técnicas que marcan la diferencia.
Pide tu cita ahora y da el primer paso para recuperar claridad, seguridad y bienestar.