Vivimos en una sociedad donde constantemente se nos exige estar bien, rendir, mantener una imagen de control. Sin embargo, muchas personas sienten que, por dentro, algo no va bien. La ansiedad, el estrés, los pensamientos repetitivos o los problemas de concentración pueden ser señales de que necesitamos parar y mirar hacia adentro.
Cuando no sabemos por qué nos sentimos como nos sentimos, o cuando nos cuesta encontrar una explicación lógica a nuestro malestar, la neuropsicología puede ofrecernos una comprensión más profunda y útil. No se trata solo de “pensar en positivo” o de “relajarse más”. A veces, hay procesos internos más complejos que necesitan ser entendidos desde la raíz.
¿Qué es la neuropsicología y cómo puede ayudarte?
La neuropsicología es una rama de la psicología que estudia cómo el cerebro influye en nuestras funciones mentales, emociones y comportamientos. A través de evaluaciones especializadas y técnicas basadas en la evidencia, permite identificar alteraciones o dificultades en áreas como la memoria, la atención, el lenguaje, el razonamiento o el control emocional.
Pero no es solo para personas con enfermedades neurológicas. La neuropsicología también puede ser una herramienta poderosa para quienes experimentan síntomas emocionales que no entienden del todo o que no logran manejar, como la sensación de “bloqueo”, la fatiga mental constante o los pensamientos obsesivos.
Imagina poder conocer cómo funciona tu mente desde dentro, entender por qué reaccionas como reaccionas ante ciertas situaciones, y descubrir qué puedes hacer para mejorar. La neuropsicología ofrece justamente eso: una mirada integral que combina el análisis clínico con la comprensión del cerebro y sus mecanismos.
Enfoque terapéutico basado en la ciencia y la comprensión humana
La Dra. Lidia Pérez, psicóloga especializada en neuropsicología y terapias contextuales en Barcelona, ha desarrollado un enfoque que une dos mundos: el conocimiento científico riguroso y la atención empática a la experiencia humana. Su trabajo parte de una convicción clara: cada persona es única, y para ayudarla de verdad, hay que mirar más allá de los síntomas.
Su trayectoria como investigadora en neurociencias y su experiencia clínica le permiten ofrecer un acompañamiento psicológico profundamente personalizado. En su consulta, no solo se abordan los síntomas, sino que se explora el origen de los mismos, el contexto vital, las historias que marcan nuestras respuestas emocionales y cognitivas.
Este enfoque resulta especialmente eficaz en:
- Personas que sufren de ansiedad constante y no logran “desconectar” nunca.
- Casos de estrés crónico que afectan la calidad del sueño, el rendimiento o las relaciones personales.
- Procesos de duelo o crisis vitales que generan confusión emocional.
- Dificultades cognitivas como olvidos frecuentes, problemas de concentración o “neblina mental”.
- Personas que buscan mejorar su bienestar general y desarrollo personal.
No se trata de aplicar una técnica genérica, sino de construir juntos un proceso que tenga sentido para ti, adaptado a tu realidad, ritmo y necesidades.
¿Qué puedes esperar de este tipo de terapia?
Muchas personas que inician un proceso terapéutico con Lidia llegan con dudas: ¿realmente me va a servir?, ¿será muy largo?, ¿qué pasa si no sé cómo explicar lo que siento? Todas estas preguntas son normales. El enfoque de Lidia se basa en crear una relación de confianza donde puedas sentirte escuchado/a, sin juicio y con la certeza de que hay un camino a seguir.
Desde la primera sesión, se trabaja para identificar los factores que están influyendo en tu malestar, ya sea desde un punto de vista cognitivo, emocional o neuropsicológico. Con esta base, se establecen objetivos terapéuticos realistas y se elige la metodología más adecuada, como la terapia contextual o cognitivo-conductual.
A medida que avanzas, empiezas a comprender mejor tus patrones mentales, tus emociones y tus reacciones. Esto te permite tomar decisiones más conscientes, mejorar tu relación contigo mismo/a y con los demás, y recuperar un sentido de equilibrio interior.
La neuropsicología, cuando se combina con una intervención terapéutica eficaz, no solo alivia los síntomas: transforma la forma en que te entiendes a ti mismo/a.
¿Por qué empezar ahora?
Es común posponer la decisión de ir a terapia. Pensamos que aún podemos con todo, que el tiempo lo curará o que “no es para tanto”. Pero lo cierto es que cuando algo empieza a afectarnos en nuestro día a día —nuestro estado de ánimo, nuestra energía, nuestra claridad mental—, es momento de actuar.
El tiempo no siempre lo cura todo; a veces lo que hace es cronificar lo que no se atiende. En cambio, pedir ayuda puede ser el primer paso para comprender lo que te ocurre, liberarte de culpas innecesarias y empezar a construir una vida más acorde a lo que necesitas y deseas.
No tienes que saber exactamente qué te pasa para pedir ayuda. No tienes que tener todas las respuestas antes de empezar. Solo necesitas dar ese primer paso y confiar en que el proceso te llevará a un lugar mejor.
Pide tu cita ahora y descubre cómo la neuropsicología puede ayudarte a sentirte mejor emocionalmente, con un acompañamiento profesional, humano y basado en la ciencia.